miércoles, 18 de noviembre de 2015

Casablanca: Un clásico para la eternidad

por Juan José Antuna Ortiz

Segunda guerra mundial, un pasado turbio, un casino, un café, París, una historia inconclusa de amor, Humphrey Bogart, Ingrid Bergman. Casablanca sin duda es una de las películas más importantes en la historia del cine y de la humanidad.

Casablanca es una película de 1942 que se estrenó en 1943, justo cuando estaba en pleno la Segunda Guerra Mundial. Adaptación de la obra de teatro "Todos van al café de Rick" que nunca se estrenó, con una historia muy ambiciosa para su tiempo, como otras 60 que se filmaban en aquellos años y otras 60 que estaban archivadas en el escritorio del productor general de Warner Bros. Nunca se hubieran imaginado que con los años aquella producción se convertiría en una de las películas más queridas y elevadas de todos los tiempos.

Narra la historia de Rick, un hombre americano exiliado de su país y probablemente ex convicto, (se puede asumir por la pregunta que le hace Renault sobre por qué había abandonado América, si por robar, matar o mentir, y Rick le contesta que por las tres cosas) y siempre apoyando a la resistencia. cínico, amargado pero carismático como sólo Bogart podía interpretarlo, que llega a Casablanca, ciudad en la frontera de Marruecos en África, que en aquellos años era parte de Francia como territorio no ocupado.

Tiene su paraíso con el permiso del alguacil francés Louis Renault (con una magnífica actuación de Claude Rains); para él todo marcha bien, a pesar de lo quebrado que estaba el mundo, hasta que una noche llega a su café el líder de la resistencia nazi Victor Laszlo, tratando de conseguir un par de visas de vuelo para viajar a Lisboa y de ahí poder irse a América junto con su acompañante, la señorita Ilsa Lund, (interpretada por el rostro más hermoso que no ha regalado Hollywood, Ingrid Bergman).

Ella es la culpable de que Rick odie al mundo y se haya convertido en el hombre que era desde el día en que París fue ocupada y ella lo abandonó en la estación del tren, teniendo que marcharse solo a Casablanca con su inseparable amigo Sam, que juega un papel más que primordial en la historia con su piano y la melodía “As time goes by".

Esa misma noche el comandante del Tercer Reich y del ejército nazi, el comandante Strasser, también llega buscando dos cartas de transito que robaron tras haber asesinado a un par de soldados nazi, cartas que Rick tiene en su poder tras haber sido entregadas por Ugarte, un ladrón y estafador de baja talla que esa noche pretende vendérselas a Laszlo.

Sin contarles más de la trama, que seguro todo amante del cine conoce, el final es algo digno de recordar, la última escena es uno de los mejores finales de todos los tiempos. Una película hecha en plano secuencial, con una historia de sólo tres días, que pone en duda lo que Rick quiere, si recuperar sus días en París con la mujer que ama en su nuevo paraíso o hacer lo que siempre quiso: una diferencia en el mundo ayudando al hombre que puede hacer algo para que la sucia guerra termine.

Con tantas frases para mencionarlas todas y situaciones que han marcado tanto a la historia del cine como influenciado a tantas cintas desde su estreno como Cuando Harry encontró a Sally o la creación de Woody Allen Play It Again, Sam, Casablanca sin duda es una de las películas más importantes en la historia del cine y de la humanidad.

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